25 enero 2011

El Proyecto avanza

Cristina y la Universidad Jauretche

Por Eduardo Anguita
Director de Miradas al Sur.

Esta universidad está radicada en Florencio Varela, un partido populoso del segundo cordón que está viviendo una transformación en cuanto a la recuperación de empleo genuino, obras de infraestructura, viviendas, saneamiento ambiental y salud.

Aese gran pensador nacional solemos tenerlo presente por haber desnudado el medio pelo de la sociedad porteña y por sus grandiosas polémicas. Sin embargo, la creación de la Universidad Nacional Arturo Jauretche nos interna en el don Arturo medular, el que tuvo una participación activa en el proceso de industrialización del país. En efecto, Jaureteche tuvo la inmensa responsabilidad de presidir el Banco Provincia de Buenos Aires cuando Domingo Mercante fue gobernador de esa provincia. Mercante fue un militar patriota, que se rodeó de cuadros de FORJA durante su gestión y que cultivó una gran amistad con Jauretche.

En esos años, el Banco Provincia fue un pulmón clave para el desarrollo de las pymes. Fueron los años en los que el peronismo creaba la Universidad Obrera Nacional, destinada a crear ingenieros de fábrica, a calificar a los propios trabajadores, dando la posibilidad de un ascenso social real sin renunciar al origen de clase y permitiendo que las carreras tradicionales dejaran paso a otras nuevas, acordes a una Nación que intentaba sepultar la Argentina agroexportadora. Es decir, terminar con la concepción liberal de universitarios que tenían una gran distancia de los trabajadores.

A estos más de siete años y medio de cambios no sólo se los puede medir en el desendeudamiento o el avance en los Derechos Humanos. Las universidades creadas –o fortalecidas– durante estos años en varios distritos bonaerenses son parte de una transformación estratégica. Para entender la lógica de la flamante universidad donde ayer estuvo Cristina, vale la pena detenerse en el menú de carreras que se abrieron. Cuatro ingenierías –Industrial, Electromecánica, Informática y Bioingeniería- y otras tantas que parecen romper el paradigma de la oferta tradicional: licenciatura en Enfermería, en Bioquímica, en Administración y en Relaciones del Trabajo. Además, algunas carreras más cortas –tecnicaturas– en Emprendimientos Agropecuarios y Producción Vegetal Intensiva, que responden a la realidad del ímpetu de la producción agraria.

Esta universidad está radicada en Florencio Varela, un partido populoso del segundo cordón que está viviendo una transformación en cuanto a la recuperación de empleo genuino, obras de infraestructura, viviendas, saneamiento ambiental y salud. Esta institución vino a jerarquizar esa localidad –que ya debe rondar los 400 mil habitantes– con este espacio académico.

Más de un memorioso debe recordar quién es Ernesto Villanueva, el actual rector de la Universidad Jauretche. Corría 1973 y la llegada de Héctor Cámpora a la presidencia permitió la reivindicación de algunos grandes pensadores. Precisamente fue en ese momento en que Rodolfo Puiggrós asume al frente de la Universidad de Buenos Aires. El secretario académico era el joven sociólogo Ernesto Villanueva. La convulsión política y estudiantil de entonces llevaron a que Puiggrós dejara el cargo en octubre de ese año y que en su lugar asumiera Villanueva. Dato curioso, el estatuto universitario establecía que el rector debía tener 30 o más años. Un decreto fue necesario para que Villanueva pudiera asumir esa responsabilidad con 29. La vida y las luchas de entonces llevaron a este académico y militante a pasar ocho años en la cárcel y que, ahora, con más del doble de edad haya asumido este desafío con un entusiasmo propio de la juventud. Quizá la explicación es que se trata, de algún modo, de una vuelta a un pasado que quedó trunco no sólo en su vida sino en la de muchísimos de esa generación. Quizá, para entender el valor que la presidenta le asigna a la Universidad Jauretche, baste recordar que ella la inauguró el 17 de noviembre del año pasado. Habían pasado apenas 20 días de la muerte de Néstor Kirchner y ella fue personalmente a formalizar la designación de Villanueva. Esa fecha tiene, además, un valor para la militancia peronista, dado que el 17 de noviembre de 1972 regresaba Juan Perón a la Argentina. “Hoy no es sólo un día de los peronistas –dijo entonces Cristina–, sino de todos los que creen en un proyecto nacional y popular.” Además, recordó que es importante conjugar la gestión y el compromiso. Hacia fin de año, Villanueva y su equipo contabilizaron 3100 inscriptos en condiciones de comenzar las clases a fin de marzo. Lo harán en el Hospital El Cruce donde se dictará Enfermería, una de las carreras que logró más interesados, pero también en otros establecimientos donde comenzarán las clases hasta que la nueva sede, un laboratorio de YPF creado a principios de los ’40, esté en condiciones de ser la sede de todas las carreras.

LA NUEVA SEDE. En un lunes muy caluroso y en su primer acto después de la gira por Kuwait, Qatar y Turquía, Cristina llegó a la Avenida Calchaquíes donde debía firmarse el convenio de cesión del gran predio donde funcionará la Universidad Jauretche. Adentro la esperaban unos 1500 invitados, entre los que resaltaban algunos compañeros de militancia –y de cárcel– de Villanueva, como los diputados Juan Carlos Dante Gullo y Carlos Kunkel, este último, además es de Florencio Varela y fue uno de los impulsores de la universidad junto al intendente Julio Pereyra. Fuera del predio, sobre Calchaquíes, unos 10 mil militantes y vecinos de Florencio Varela, con nutrida presencia juvenil, aguantaban el chubasco de la temperatura para estar cerca de la presidenta. El predio, tras el desguace de YPF a principios de los ’90, había quedado en manos de la Universidad Nacional de La Plata que ahora lo cede a la Jauretche. Las obras para adecuarlo al nuevo destino correrán por cuenta del Ministerio de Planificación Federal y es posible que durante el segundo cuatrimestre de este año algunas materias ya puedan dictarse allí.

UNA ZONCERA. Corrían los años ’60 y Juan Carlos Onganía había impuesto un paso más de la dependencia a sangre y fuego. Don Arturo Jauretche, como un profeta del pensamiento nacional advertía en su Manual de Zonceras: “Los argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida de todos los días. Y cuando las industrias se liquiden y comience la desocupación, entonces habrá muchos que no tendrán ni para pagarse esa comida. Será el momento de la crisis deliberada y conscientemente provocada (...) No habrá entonces más remedio que contraer nuevas deudas e hipotecar definitivamente nuestro porvenir. Llegará entonces el momento de afrontar las dificultades mediante la enajenación de nuestros propios bienes, como los ferrocarriles, la flota mercante o las usinas.” Eso llegó. Tal cual lo advirtió Jauretche. Parece una tontería pensar que ayer, en medio de tanto calor, los canales de noticias se desvivían por contar que el odontólogo Barreda había violado la libertad domiciliaria por ir a comprar remedios a una farmacia. Eso los desvivía. Mientras tanto, desde el subsuelo de la Patria, en un viejo edificio de YPF, se estaban cimentando columnas para recuperar la dignidad, para avanzar un paso más en la soberanía popular.

25/01/11 Tiempo Argentino


17 enero 2011


El Nano con la compañera Presidenta, otra imagen de

colección.

Grande Nano!

FUERZA PRESIDENTA, LA VIDA POR VOS Y NUESTRO PROYECTO!!!